Las
"performances" judiciales de los últimos días contra el PP de Madrid que
han provocado la dimisión de Esperanza Aguirre han sido ejecutadas tan "ad
hoc" que ha sido inevitable que los periodistas más independientes hayan
llamado la atención sobre su intencionalidad política.
Sólo
encuentro la palabra "performance" para caracterizar que unas horas
antes de que declarase la tal Aguirre en una comisión parlamentaria sobre corrupción,
un teatrillo de "los hombres de Harrelson" compareciese, con abuso de iluminación, en la sede del
exangüe Partido Popular para llevarse ¡un ordenador!
Ante
la ausencia de autos de detención o de busca y captura supongo que el mensaje que
los artistas que participaron en la función querían transmitir a Aguirre era el
macabro "no nos hemos olvidado de ti".
El
lector asiduo del blog recordará que en octubre de 2014 ya escribimos un artículo al respecto de las causalidades políticas de determinadas instrucciones penales, dicho sea con el debido respeto y en términos de estricta defensa, ya que puestos a judicializar hagámoslo hasta con el lenguaje.
En aquél post aventuramos que "Punica Granatum" era la forma más segura de acabar con Esperanza Aguirre, sí; pero también con el estorbo de Tomás Gómez.
http://elunicoparaisoeselfiscal.blogspot.com.es/2014/10/punica-granatum.html
En aquél post aventuramos que "Punica Granatum" era la forma más segura de acabar con Esperanza Aguirre, sí; pero también con el estorbo de Tomás Gómez.
http://elunicoparaisoeselfiscal.blogspot.com.es/2014/10/punica-granatum.html
El socialista Gómez
no resistió ni veinticuatro horas. Aguirre se dio cuenta la semana pasada que
era inútil seguir haciéndolo.
La
señora Esperanza no debería sentirse un bicho raro, pues cada vez que la líder del PSOE Susana Díaz
viene a Madrid para salirse un poquito del tiesto, horas antes se celebra otra "performance" de los ropones a cuenta de los famosos "l-ERE-les".
Les
invito a que sigan a la "femme" porque se toparán en el momento más
inoportuno para las aspiraciones políticas de la interfecta con la compañía que viste de negro.
El
caso Rato por exceso (teatro pánico) y el de Pujol por defecto (haiku) son episodios
de la misma comedia del arte de hacer política a golpe de "performances"
judiciales.
Y
así llegamos hasta la Presidencia de Gobierno, la pieza de caza mayor que auguro no
dejarán escapar por mucho que intente zafarse.
"No
me dejaré presionar por poderes económicos o mediáticos" dijo Rajoy, pero
no tendrá más remedio que ceder ante los togados. O quizás no.
España
vive una revolución política no declarada, pero casi idéntica a la ocurrida en Italia
en los años 90, el famoso "Mani Pulite".
Y
digo casi porque la revuelta transalpina tuvo su líder, el juez milanés Antonio di
Pietro, mientras que en España quien estaba predestinado a ser el caudillo, Baltasar
Garzón Real, que sin duda habría adoptado el nombre de guerra de "Querido
Emilio", quedó fuera de combate en las primeras escaramuzas.
No
obstante, que no tenga cabeza visible y ande pobre de objetivos no significa
que carezca de infantería.
De
hecho lo único que tiene son compañías de zapadores.
El
espectáculo es de un aburrimiento atroz en tanto mil veces visto, pues el
futuro está escrito en el fracaso pasado y presente de Dº Toni Di Pietro,
víctima, y van..., de la todopoderosa ley de hierro de la oligarquía.
La incógnita por despejar de la revolución es si la contrarreforma podrá salir adelante.
¿De
qué hablo?
De
despenalizar los delitos vinculados a la financiación ilegal de los partidos
políticos con efectos retroactivos. La "ley del perdón" a la que me referí
en otro artículo pronosticando que sería introducida de matute con motivo de la
nueva Constitución. http://elunicoparaisoeselfiscal.blogspot.com.es/2015/10/habiamos-dejado-el-articulo.html
¿Creen
que estoy loco?
Me
limitaré a recordar un pasado no tan lejano, el Decreto-Ley que el Gobierno
Amato aprobó en Italia en 1993 como solución política a los escándalos de
corrupción que "Mani Pulite" sacó a la luz y que bloquearon al país.
El
Presidente de la República, Scalfaro, se negó a firmar el decreto gubernamental
y nunca entró en vigor aquélla despenalización.
Con
la experiencia de más de dos décadas, y luego del tremendo lastre que el "horizonte
penal" de Berlusconi supuso para sus Gobiernos, ¿se equivocó Scalfaro?
El
Decreto Amato, obra de su Ministro de Justicia, a la sazón hombre de Estado y prestigioso
jurista independiente, Giovanni Conso, no pretendía dejar sin castigo a los políticos
corruptos, sino la certeza de una sanción administrativa y económica inmediata sin
procesos interminables.
Justo
lo contrario del Gobierno de los jueces del que gozamos, donde los
procesos se eternizan décadas sin garantía de condena penal.
En Italia y en los primeros años 90 el Gobierno residía en Roma, pero el poder estaba en los jueces de Milán.
En Italia y en los primeros años 90 el Gobierno residía en Roma, pero el poder estaba en los jueces de Milán.
Hoy el Gobierno "de iure" de España tiene su sede en La Moncloa, pero el
Gobierno "de facto" seguirá estando en la Audiencia Nacional.
Quién logrará imponerse es el único aliciente de esta revolución bufa, de esta farsa, pues siguiendo el argumento de autoridad de Marx, sólo de farsa puede calificarse a una historia repetida.
Quién logrará imponerse es el único aliciente de esta revolución bufa, de esta farsa, pues siguiendo el argumento de autoridad de Marx, sólo de farsa puede calificarse a una historia repetida.
twitter: @elunicparaiso