Para Dº Jordi Cañas, que dice que me ha leído
Cuando todo el mundo mira a
PP-PSOE por ver si es posible que conformen la inevitable Gran Coalición, el
chavista-madurista Iglesias, con sus magros 69 escaños, ya prepara la revuelta
mediático-callejera contra la Gran Coalición alegando que ésta supone el robo
al pueblo del triunfo electoral.
La estrategia del Lenin de
Vallecas es de libro.
La Gran Coalición (GC) está
cantada y escrita desde 2012 porque el "juego del gallina" no engaña. http://elunicoparaisoeselfiscal.blogspot.com.es/2012/03/la-gran-coalicion-i.html
Por tanto es una pérdida de
tiempo tanto comentar los resultados electorales como hablar de si será o no, pues habrá Gran Coalición con la misma
inexorabilidad que al otoño le sigue el invierno.
El problema es el día después de
la Gran Coalición. Veamos por qué.
El chavista-madurista se considera
ganador.
No importa que los 69 escaños le
desmientan.
Él ha decidido que es el vencedor
y se va a encargar de demostrárnoslo.
¿Cómo?
Llevando la
iniciativa del cambio.
Ya ha anunciado que va a empezar una ronda de conversaciones con todos los partidos para proponer los cambios constitucionales
que el país necesita. Es decir, da por amortizado al sistema y él pretende
dirigir el proceso revolucionario, pues de eso se trata.
¿Que no tiene mayorías?
Ya las tendrá. Y para ello
trabaja.
De momento ya tiene el apoyo de
los hombres de Mas y de ERC en Madrid, además de todos los minoritarios. Es
decir, controla más escaños que el mismísimo PSOE.
Ahora bien, sabe que su
estrategia tiene un último obstáculo: la Gran Coalición (GC).
La GC es el insuperable muro
institucional contra el que nada puede hacer. Ni siquiera Lenin resucitado podría.
Por eso la va a dinamitar en la
calle y en los medios de comunicación alegando que la Gran Coalición es el secuestro por parte
de la casta de la voluntad popular.
Exactamente éste va a ser su
mensaje.
Que sea verdad o no es
completamente irrelevante.
Lo decisivo es que la gente le va
a creer, de la misma manera que los votantes en Cataluña le han dado el triunfo
electoral porque han confiado en que decía la verdad cuando en los mítines
prometía convocar un referéndum vinculante por la independencia, y que con ese
procedimiento el asunto de Cataluña estaría arreglado.
El totalitario va a bendecir la
revuelta que él se está encargando de prender porque sentenciará que el pueblo
ha sido traicionado en sus ansias de cambio por un pacto entre plutócratas (GC).
Y sólo parará el motín o por la
fuerza o cuando le den la razón por la fuerza, esto es, III República y
democracia chavista-madurista.
Su plan es una copia del
ejecutado por la izquierda en 1931 que,
a resultas de las elecciones municipales del 12 de abril que terminaron en
empate entre republicanos y monárquicos, liquidó la Monarquía de Alfonso XIII e instauró la II República.
Hasta aquí el plan de Leniglesias.
Es obvio que cabe la legítima
defensa contra el golpe de fuerza que la falange chavista-madurista se apresta a dar, pues llevan años ideándolo, financiándose, madurándolo.
La más inteligente y eficaz para el país
sería que los partidos nacionales arrebaten a Podemos el argumento de la
ineludible necesidad de renovación de nuestro sistema político.
Y para eso la consigna está
clara: "Gran Coalición sí, otra Constitución también".
Ésta sería la fórmula para
desactivar el argumento de que la Gran Coalición es un expediente del IBEX 35
para proteger sus fortunas, que será otro de los lemas podemitas.
"Gran Coalición sí, otra Constitución
también" dejaría sin motivos al frente chavista-madurista para reventar el
orden, pues ya no podrían monopolizar la añorada regeneración.
Ahora bien, ¿quién podría hacer
creíble la Gran Coalición y el proceso constituyente?
¿El PSOE de Sánchez?, ¿el PP de
Rajoy?
No hay otro que Rivera.
A día de hoy, Rivera es el único
hombre capaz de hacer verosímil al pueblo el apoyo desinteresado a la Gran Coalición
como fórmula de estabilidad mientras se edifica otro sistema político.
Sobre esto ya se escribió en
junio del presente, pero es lógico que Dº Albert tuviese cosas más importantes
que hacer que atender a un escritor político aficionado. http://elunicoparaisoeselfiscal.blogspot.com.es/2015/06/la-decision-de-cs.html
El tiempo se le acaba. Ya ha perdido una oportunidad y quizás ésta sea la última.
O negocia de inmediato con
PP-PSOE la apertura de un proceso constituyente a cambio de su apoyo a la Gran
Coalición, o morirá anegado por el golpe de fuerza que prepara minuciosamente
la quinta columna de los "nacionalistas extranjeros" a la que tantas veces se refirió Léon Blum.
Nota político-castrense.
Dado que el ex general Rodríguez no obtuvo puesto en el Congreso de los Diputados, parece que su partido le está buscando acomodo en el mismo por el democrático modo de que el diputado que sí logró escaño ceda su puesto al antiguo militar.
El caso pone en evidencia por enésima vez que el diputado saliente, al que le están buscando otro puesto remunerado, es imposible que represente a los ciudadanos que votaron a Podemos, pues es el aparato dirigente del partido el que ordena quién entra y cuándo lo deja.
La otra enseñanza es que el señor Rodríguez cumple para la falange chavista-madurista una función similar a la que tuvo el general Sanjurjo con motivo de la liquidación de la Monarquía y su sustitución por la II República, esto es, tranquilizar a sus compañeros de armas si eventualmente Leniglesias toma el poder bien mediante las elecciones bien mediante un golpe de fuerza.
Están preparados para cualquier posibilidad.
Y si tienen alguna opción de ganar no la desaprovecharán.
Nota de 3 de febrero de 2016.
Parece que Podemos tiene listo su sindicato.
Apuesto que emergerá en cuanto se confirme que "Leniglesias" no tiene sitio en el próximo Gobierno.
En ese caso la revuelta con todo, incluidos los centros de trabajo, será inevitable.
Nota político-castrense.
Dado que el ex general Rodríguez no obtuvo puesto en el Congreso de los Diputados, parece que su partido le está buscando acomodo en el mismo por el democrático modo de que el diputado que sí logró escaño ceda su puesto al antiguo militar.
El caso pone en evidencia por enésima vez que el diputado saliente, al que le están buscando otro puesto remunerado, es imposible que represente a los ciudadanos que votaron a Podemos, pues es el aparato dirigente del partido el que ordena quién entra y cuándo lo deja.
La otra enseñanza es que el señor Rodríguez cumple para la falange chavista-madurista una función similar a la que tuvo el general Sanjurjo con motivo de la liquidación de la Monarquía y su sustitución por la II República, esto es, tranquilizar a sus compañeros de armas si eventualmente Leniglesias toma el poder bien mediante las elecciones bien mediante un golpe de fuerza.
Están preparados para cualquier posibilidad.
Y si tienen alguna opción de ganar no la desaprovecharán.
Nota de 3 de febrero de 2016.
Parece que Podemos tiene listo su sindicato.
Apuesto que emergerá en cuanto se confirme que "Leniglesias" no tiene sitio en el próximo Gobierno.
En ese caso la revuelta con todo, incluidos los centros de trabajo, será inevitable.
twitter: @elunicparaiso