domingo, 26 de julio de 2015

¿Un Estado de Derecho partisano?

     
     Si en la anterior entrada decíamos que los elementos constitutivos del partisanismo son la irregularidad, su intenso compromiso político y la criminalización del enemigo, http://elunicoparaisoeselfiscal.blogspot.com.es/2015/07/el-partisano-mas.html cuando hoy pretendemos indagar en las formas de neutralizarlo es necesario añadir su esencial cualidad táctica: el partisano funciona como una quinta columna.
           
     El disimulo, el trabajo a las espaldas del enemigo, infiltrado entre la población civil, condiciona la respuesta del Estado, pues el partisano se pone en riesgo a sí mismo, pero también a la población con la que se mezcla.
                
   ¿Puede evitar el Estado perjudicar a todos?

   ¿Puede garantizar que sus medidas sólo discriminarán a los partisanos?

      Evidentemente no.

     ¿Pero acaso el partisano puede asegurar que sus acciones sólo le pondrán en peligro a él o a sus partidarios?, ¿qué seguridades ofrece al resto?

     Por supuesto, ninguna.

   Esto es importante destacarlo por cuanto evidencia que la política partisana es un combate total, un conflicto civil con políticos de etiqueta al frente.   

  La fotografía de Mas compartiendo mesa junto al Rey de España en un acto protocolario la semana pasada en Barcelona, mientras el mismo Mas es el principal promotor de una lista unitaria cuyo objetivo es poner fin a España prueba lo dicho.

 Sentado el carácter absoluto del enfrentamiento al que aboca la política partisana, el Estado tiene que decidir cuál es la menos mala de las opciones.

  Tiene tres posibilidades.

  La fuerza, el dinero y no hacer nada, también llamada "Tribunal Constitucional y vale ya".

  La propaganda no alcanza la categoría de medio del Estado dado que también es un medio del partisano.

    Como la estrategia de no hacer nada ya ha sido puesta en marcha con el resultado de que las sentencias del Tribunal Constitucional se las pasa el partisano por el forro de sus caprichos, voy a centrarme en las otras dos, esto es, el empleo de la fuerza y el dinero.

   Declarar la ilegalidad de cualquier partido o asociación independentista y tener la voluntad de impedir sus actividades allí donde se produzcan es completamente necesario. Y no sólo por motivos delictuales.  

  Si a la política partisana se le otorga visos de legalidad, queda convertida en legal la aniquilación política del adversario, la criminalización del otro.     

  Como ejemplo de lo que digo bastará comprobar los efectos en Navarra de la no ilegalización de Bildu.

  Hay que comprender que la "justa causa" que alega defender el partisano le impide reconocer al contrario como legítimo enemigo. Por tanto, el partisano sólo da por terminada la batalla cuando el otro es aniquilado.  

  Cuando Mas dice que la independencia de Cataluña no va contra nadie esa es su mentira mayor.

  De hecho, para el partisano su "justa causa" y la eliminación del enemigo son sinónimos. En el caso que nos ocupa, la justa causa de Mas es la eliminación de lo español. Esto no admite vuelta de hoja aunque entiendo que sea difícil de asimilar para aquellos que no entienden otra política que la del salón de plenos.

  Que se obligue a retirar de los comercios las muñecas vestidas con trajes de sevillanas, que se castigue al niño que habla español en el recreo o al que rotula en castellano su negocio no es una anécdota sino la categoría. Soberanismo es persecución.

  Por tanto, declarar ilegal el independentismo no es una alternativa, es legítima defensa. No se trata de volver a la España franquista sino de acercarse a la Francia de la V República.

 No obstante, la declaración de ilegalidad del partisano y sus acciones no es suficiente. ¿Sirvió para algo la nulidad del referendo del 9-N? ¿Cómo se castiga con la ley a un votante o al defensor de una idea?

  El Estado necesita un medio irregular para vencer al irregular por antonomasia.

 Y ese medio irregular es el aséptico dinero, tan móvil y escurridizo como el propio partisano.

   Los bonos patrióticos de Mas, la elefantiásica deuda creada por el dilapidador proporcionan la oportunidad.

    La guerra entre la Unión Europea y el Gobierno griego de Syriza ha demostrado, lejos de lo que opinan los profesionales de la opinión, que la Unión Europa es un sujeto político de primer nivel.

  Y que ese sujeto político considerado como impotente, sin posibilidad alguna de utilizar la fuerza, se ha bastado y sobrado para eliminar el populismo de sus confines manejando la que a partir de ahora sustituye a la fuerza como el medio supremo en política interior: la restricción monetaria.

     Unos días de "corralito financiero" torció el brazo a Tsipras, al que apoyaba la mayoría democrática del 60% de los griegos que votaron en contra del "corralito financiero".

      Si el Estado español decidiese no sufragar más la deuda pública catalana o no realizar las transferencias que permiten financiar los servicios de la Administración autonómica, ¿cuántos días tardaría Mas en declarar que su voluntad de celebrar un referéndum por la secesión fue una broma pesada?

      ¿Cuántas horas sin dinero en los cajeros necesitaría el partisano Mas para dejar de serlo?

       Sufrirían justos por pecadores me dirán alguno de ustedes.

    ¿Le importó a la Unión Europea que los jubilados griegos no pudiesen disponer de dinero para pagar sus medicinas?

  Con esta pregunta volvemos al principio con una leve modificación.

      Empezamos diciendo que la regularidad del Estado de Derecho se enfrenta a la irregularidad del partisano.

 Terminamos diciendo que la regularidad Y LA IRREGULARIDAD del Estado de Derecho es la combinación que permitirá acabar con la irregularidad del partisano.

    Y es que si la política partisana es el máximo grado de intensidad de la lucha política pacífica y la ilegalización es la última medida política del regular Estado de Derecho, la restricción monetaria debiera ser el único y decisivo instrumento partisano del Estado de Derecho.


Coda partisana: El Estado de Derecho está familiarizado con la irregularidad monetaria. Aparte de la corrupción económica, no conviene olvidar que el Estado de Derecho es también un Estado Caníbal gracias a una Hacienda voraz.


@elunicparaiso

7 comentarios:

  1. Gran artículo! Creo también en el dinero como "medio irregular para vencer al irregular por antonomasia". Excelente este observación sobre la UE: "La guerra entre la Unión Europea y el Gobierno griego de Syriza ha demostrado, lejos de lo que opinan los profesionales de la opinión, que la Unión Europa es un sujeto político de primer nivel" . Sí, creo que la economía ("politizada") es el camino correcto... A pesar de (también aquí estoy de acuerdo): "no conviene olvidar que el Estado de Derecho es también un Estado Caníbal gracias a una Hacienda voraz". ;-) Pero entre dos fuegos, apague el más cercano ... :-) Abrazo!

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  2. Buenas noches Carlo.
    Empiezo a pensar que lo mejor de los artículos del blog son..., los comentarios del señor Gambescia en el blog.

    Lo de "entre dos fuegos, apague el más cercano", me lo apunto.
    Una gran amiga diría lo mismo de otra manera: "todo es importante, pero por su orden".

    El dinero, y no la libertad, salvará a Europa.
    ¡Qué diría de semejante apreciación un genio liberal como Tocqueville!

    Creo que la política no ha cambiado de fines, pero sí de medios.
    Al menos en política interior, la fuerza como instrumento del Estado ha quedado en un segundo plano en relación a la primacía del dinero.

    Veremos qué opina de ello nuestro admirado profesor Molina.

    Un abrazo y gracias por la difusión que haces de los artículos del blog por cualquier medio a tu alcance.

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  3. No hay posibilidad de corralito en Cataluña sin corralito en España... ¿Cómo hacerlo? La Caixa no da dinero en Cataluña y sí en Zaragoza? ¿Igual el BBVA? Lo siento, pero no cuela...
    Lo que sí se podría hacer es quitarle los créditos, los FLA, las ayudas, etc a la Generalitat.
    Al cabo de un mes los funcionarios no cobrarían, igual los mossos de escuadra, bomberos, médicos, etc... o tendría Mas que decidir qué es prioritario ¿Los profesores y médicos?, ¿luego los policías? y los demás que aguanten en bien de una Cataluña independiente...
    Unos meses después las medicinas no se darían en las farmacias, salvo bajo pago directo...
    Un poco después los hospitales dejarían de tener insumos para los enfermos... ¿Mantendríamos entonces el corte cuando empiece a morir gente?
    La cosa es dificil...

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  4. Gracias por su comentario Dº Ricardo.
    Interesante aportación, por supuesto.
    Sigo creyendo que el medio para acabar con el partisanismo de la facción independentista catalana no es la fuerza sino el dinero.
    Tendré en cuenta su comentario.
    Un cordial saludo y espero siga comentando en el blog.

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  5. No hay una idea mala, hasta que falla. De otra forma: una idea es buena, solo, si sale bien.
    Estoy convencido que hay un montón de mentes privilegiadas, estrategas expertos, asesores, etc. estrujándose el magín, para dar con la solución mas conveniente; pero también deben saber que la que pongan en práctica tiene que salir bien.
    Esta consideración me invita a tomar como solución la única que prevé la Constitución: el Art. 155; esa, no tiene margen de error, porque es la prevista y legal.
    Una Nación, tiene que tener sistemas de defensa para el orden constitucional que echo de menos en España. Pero no voy a explicarme mas.

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    1. Dº Ximo, como no sé si podrá abrir el link que le he copiado en la primera contestación, le informo que corresponde a un artículo del blog publicado el 3 de septiembre del presente.
      Puede encontrarle en el archivo del blog (en el margen superior derecho).
      Buenas noches.

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  6. Gracias por su comentario Dº Ximo.
    Precisamente por su argumento utilitarista o pragmático creo que el 155 es completamente ineficaz.
    Aquí le explico por qué.

    http://elunicoparaisoeselfiscal.blogspot.com.es/2015/09/kelsen-en-el-congreso-de-los-diputados.html

    Ojalá vuelva a participar en el blog.
    Sus opiniones le mejoran.
    Cordial saludo.

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