Los seguidores habituales del blog
conocen que éste tiene dos leitmotiv.
El
primero de ellos probar que el Estado se ha apropiado de la vida natural, de la
actividad libre del hombre para controlarla en beneficio propio, impedirla y
producir otra cosa, un Ser Nuevo políticamente correcto.
Este
proceso por el que el Estado destruye con singular eficacia las libertades
individuales y colectivas utilizando la política a modo de ortopedia
disciplinaria, ha dado como fruto un Estado nuevo al que sólo puedo calificar
de Caníbal, pues literalmente devora vida humana.
Heredero, entre otros, de las ideas de Foucault y de Bertrand de Jouvenel, el blog pretende ser un muestrario de cómo el Estado Caníbal, con la aquiescencia de las víctimas, avanza en múltiples direcciones hacia su objetivo de transformar la vida libre de los hombres en biopolítica (o bio-Estado) esto es, una existencia meramente biológica codificada de la cuna a la tumba por las órdenes emanadas desde el Leviatán.
Heredero, entre otros, de las ideas de Foucault y de Bertrand de Jouvenel, el blog pretende ser un muestrario de cómo el Estado Caníbal, con la aquiescencia de las víctimas, avanza en múltiples direcciones hacia su objetivo de transformar la vida libre de los hombres en biopolítica (o bio-Estado) esto es, una existencia meramente biológica codificada de la cuna a la tumba por las órdenes emanadas desde el Leviatán.
La segunda idea fuerza es el análisis del funcionamiento de la política del Estado
Caníbal en un régimen de opinión pública
favorable a la antropofagia.
La auténtica novedad política radica en que la inteligencia del Caníbal ha identificado un
gravísimo problema que puede hacer desbarrar el programa bioestatal: las prisas
de los políticos por implantarlo, también llamado demagogia o populismo.
El
diabólico "juego del gallina" (gana el loco, pierde el cuerdo) que, azacaneados por sus bases, practican algunos líderes de partidos políticos
en un sistema dominado por la competencia electoral, hace necesario el bloqueo urgente de esa
competencia para garantizar una ejecución consensuada del plan bioestatal que neutralice
eventuales resistencias.
Y para ello, como remedio sólo provisional, la Gran Coalición, un acuerdo partidocrático que trata de evitar que las periódicas consultas al pueblo degeneren en una dinámica acción-reacción que ponga en peligro, por exceso o por defecto, el cumplimiento del programa biopolítico.
Si
resulta una contradicción que multitudes luchen para que les quiten la vida
libre cuanto antes, el colmo de la antinomia es que sea el Estado Caníbal el
que más interés tenga en frenarse a sí mismo utilizando como instrumento la Gran Coalición.
En
resumen, Estado Caníbal que ejecuta un programa bioestatal y Gran Coalición como medio transitorio de neutralizar el "juego del gallina" que puede hacerlo
inviable, son constantes que aparecen en cada entrada del blog, en tanto
en cuanto los considero los "futuros irresistibles" de los que
hablaba Tocqueville para referirse a los problemas que cada generación debe
resolver.
Allá
por los primeros meses de 2012 aventurábamos que el Gobierno Rajoy intensificaría
el ritmo de implantación del Estado Caníbal. A lo largo de este año probaré que ése ha sido el principal, tristemente, logro de su mandato.
No
obstante, una vez celebradas las elecciones locales y autonómicas de 24 de mayo
de 2015 creo que lo urgente es estar atentos al estado de la
Gran Coalición.
Al fondo, muy lejos aún, el único paraíso terrenal, el Paraíso Fiscal, eco de las ciudades-estado renacentistas.
Al fondo, muy lejos aún, el único paraíso terrenal, el Paraíso Fiscal, eco de las ciudades-estado renacentistas.
@elunicparaiso
No hay comentarios:
Publicar un comentario